![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaecxwJlsT43z7PiKmlvxHhqhlxoSGGlzd1iqFJjmRNP2ehmi204M1P2UAvqWY1e-5HU_H9ECnZequjSeg7uICAogDVnrGyXpUhEHp03veO-NjNkrFV0bH22t4YnsQdoykzZaIXhiSXIc/s640/preview-7678810-300x158-97-1473974632.jpg)
No importa si eres hombre o mujer... si de zapatos nuevos se trata, tus pobres pies casi siempre sufren. Como en Genial.guru también nos pasa lo mismo, te contamos distintas soluciones que encontramos para acabar con el problema, ¡para que puedas disfrutar de tus zapatos como si los hubiesen hecho a tu medida!
1. Las clásicas curitas
Este es el método más conocido. Las curitas ayudan a prevenir la aparición de las molestas ampollas producidas por la fricción de los zapatos, sobre todo en talones. Procura que la curita sea más grande que la zona de fricción para evitar que se despegue.
2. Talco
El talco te ayudará a mejorar la fricción entre el pie y el zapato. Asegúrate de ponerte los zapatos inmediatamente después de aplicar el talco. Si no vas a llevar calcetines, procura que tus pies estén bien secos.
3. Calcetines gruesos y calor
El calor hace que el material con el que está hecho el zapato se expanda, haciéndolo más maleable. Ponte unos calcetines gruesos y tus zapatos y échales calor con un secador de cabello, camina unos minutos y repite la acción de ser necesario.
4. Desodorante en roll-on o barra
Los huesos laterales de los pies, el talón y los dedos son las áreas más afectadas por el roce de los zapatos. Aplica un poco de desodorante en roll-on sobre ellas y así eliminarás la fricción producida entre el zapato y tus pies.
5. Protectores de silicona
Puedes conseguir estos protectores en farmacias u ortopedias. Vienen de diversas formas, para pegar o para acoplar, así podrás adaptarlos a la zona donde el zapato molesta.
6. Hielo
Pon una bolsa con agua dentro de los zapatos y llévalos al congelador; déjalos ahí toda una noche. Los zapatos se irán ensanchando a medida que el agua se convierte en hielo.
7. Alcohol y papel
Rocía alcohol dentro del zapato y cuando esté húmedo rellénalos con tanto papel como te sea posible, apretandolo dentro del zapato. Deja actuar toda la noche. Retira el papel y ponte los zapatos para que se amolden a la forma de tu pie.
8. Crema hidratante
Esta técnica es ideal para los zapatos de piel. Aplica crema hidratante en el interior del zapato y rellénalo con la mayor cantidad de trapos viejos que puedas. La crema hará que los trapos se deslicen dentro del zapato hasta que se ensanchen.
9. Patatas
Este truco ensanchará tus tenis nuevos. Empuja una patata limpia dentro de la zapatilla y déjala ahí durante toda la noche. Las patatas no huelen mal pero pasa un trapo húmedo cuando las retires por si queda algún resto.
10. Zapatero
Tal vez sea la opción más confiable. La mayoría de ellos tienen aparatos especializados que los amoldan evitando así que te lastimen. Con esto aseguras un andar sin molestias, luciendo tus zapatos con una gran sonrisa.